Durante el año próximo habrá mucho dinero dando vuelta, lo que generará subas de precios de los distintos activos, pero también mucha especulación. Activos como la inversión inmobiliaria o el oro vienen mostrando que son buenas opciones para colocar el dinero en tiempos convulsionados, como los actuales.
Inflación propia e inflación importada; guerra de divisas, en la que las potencias del mundo se pelean por devaluar sus monedas y ganar así mayor competitividad; una economía global convulsionada, que en la Argentina nutre un panorama político enrarecido, que se prepara para un año electoral a pleno, como será 2011. En este contexto de incertidumbre, los grandes inversores tienen ante sí oportunidades inmejorables para hacer negocios -si son propietarios de la información clave, claro está- pero también puede ser momento para que los poseedores de pequeñas sumas de dinero presten atención, a fin de aprovechar la coyuntura y expandir sus economías, o simplemente para que su patrimonio no pierda valor. El qué hacer con el dinero es un tema predominante en cualquier reunión social en la Argentina.
El actual escenario presenta emisión monetaria y liquidez en el mundo (vía Estados Unidos y otros paquetes de estímulo), con precios sostenidos en commodities (hasta que los fondos de inversión empiecen a realizar ganancias). También se espera inflación propia e importada, y una coyuntura política nacional con elecciones y especulación con el después de ese proceso comicial. Habrá que estar atentos a Brasil y a sus próximos movimientos, en especial la presión interna para devaluar el real y recuperar cierta competitividad.
En cuanto al dólar y su futuro, la tendencia de la divisa norteamericana apunta a la baja con respecto a otras monedas fuertes, con movimientos devaluatorios para lograr competitividad de los países en desarrollo y emergentes.
Otras opciones de inversión son los inmuebles -salvo las de ocasión- muestran cómo bajó en los últimos años la rentabilidad en la etapa constructiva (aumento de insumos y precios quietos por falta de demanda) y también en la renta (exigua en relación a la inversión). Sin embargo, la liquidez reinante fruto de la soja y otras variables genera una oportunidad de oro para los que puedan desprenderse de estos activos duros a precios sostenidos. Para los que están en proyectos, hay que terminarlos antes de 2012, ya que volverá la sequía.
El oro se presenta como una opción interesante en un contexto de inestabilidad. La depreciación del dólar a nivel internacional y cierta inflación externa, contribuyen al aumento del precio del oro (que ya subió 25% en el último año). Mientras haya liquidez y también incertidumbre seguirá subiendo.
Entre las opciones financieras bancarias de inversión, los plazos fijos y productos similares en pesos o en dólares son las peores alternativas en este contexto de inflación, mas allá de que luego ajusten un poco al acercarse las elecciones. En las opciones financieras no bancarias (descuento de cheques y de facturas; préstamos con fideicomiso, etcétera), tasas de más de un 26% representan una tentación, pero implican el riesgo de la informalidad y el que subyace oculto por la cantidad de dinero circulante que contribuye a la "bicicleta.
En lo que refiere a opciones bursátiles, entregan buena renta, tanto fija como variable, pero hay que mirar con cautela las "burbujas" de precios. Se recomienda activos poco expuestos a la coyuntura política y de corto plazo.
Finalmente, el 2011 será un año con mucho dinero dando vuelta, lo que generará subas de precios de los distintos activos, pero también mucha especulación y distintos momentos de inversión. Es un año para ganar dinero pero con el mayor asesoramiento profesional y una buena interpretación de la economía nacional e internacional.
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