Al momento de buscar cómo formar un portafolio de inversión, tradicionalmente las personas hablan de una diversificación en instrumentos de deuda y/o de renta variable, siendo que ésta es una diversificación sólo por tipo de activo.
Sin embargo, esto no deja ver otras cosas importantes al momento de diseñarlo, es decir, no necesariamente un portafolio que está preponderantemente invertido en deuda (80%) y en menor proporción en renta variable (30%) debiera ser menos riesgoso que uno que está invertido 60% en instrumentos de deuda y 40% en renta variable.
Para determinar el riesgo que se tiene en el portafolio es necesario saber la calidad de los instrumentos en los que está invirtiendo.
No siempre las inversiones de deuda son menos riesgosas. Los papeles en los que invierta pueden ser emitidos por el gobierno federal, como pueden ser Cetes o papeles privados, emitidos por empresas corporativas.
Un ejemplo claro es la manera en que se califican los fondos de inversión de deuda, de acuerdo con dos tipos de riesgo:
El riesgo crédito: que es la posibilidad de que algún valor de los que integran la cartera no sea pagado por el emisor al vencimiento, es decir, el emisor del papel no cumpla con las obligaciones estipuladas.
Éste es calificado con letras de acuerdo con la escala homogénea de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que va desde “AAA” que es el más seguro, hasta “B” que es el más inseguro o más riesgoso.
El riesgo de mercado califica el plazo de los instrumentos en los que invierte y, por lo tanto, la vulnerabilidad que tiene ante los movimientos de las tasas de interés.
El riesgo de mercado es calificado con números de acuerdo con la escala homogénea de la CNVB y va desde “1”, que es el más líquido o de menor plazo, hasta “7” que es el de mayor plazo.
Como ejemplo se puede decir que un portafolio no tiene el mismo nivel de riesgo si invierte en fondos de inversión que tienen una calificación “AA/6” a un fondo con calificación “AAA/1”, aunque los dos están invertidos en papeles de deuda.
En las inversiones de renta variable, la calidad de las acciones dependerá principalmente de los fundamentos de las empresas en las que se invierta, como puede ser su crecimiento, utilidades, nivel de endeudamiento y temas operativos de la acción como la bursatilidad, que significa la facilidad con la que puede comprarse o venderse una acción.
Si un portafolio está invertido en fondos de renta variable, un factor importante a considerar será qué tan diversificado está, puede que sea un fondo concentrado en un sector en específico o especializado en un mercado.
Por esto, antes de decidir en dónde invertir, será necesario conocer la calidad de los papeles en los que estará invertido el portafolio.
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