jueves, 15 de septiembre de 2011

La FET, el espejo de la economía

Como cada año, el sector empresario vinculado a la Federación Económica de Tucumán (FET) se apresta a designar las autoridades que comandarán los destinos de la central empresaria durante los próximos 12 meses. Es una etapa clave, porque se produce un suceso de gran riqueza institucional en la provincia, y también plantea una instancia en que los empresarios tucumanos despuntan el vicio que varios guardan escondido por la política, al tiempo que resurgen antinomias e incluso cambios de bandos de última hora.

Según está previsto, el 19 de este mes -antes que lo habitual- se llevará a cabo la asamblea que renovará la mitad de los 18 miembros del comité ejecutivo de la institución que, de inmediato, designará el presidente, el cargo más emblemático de la entidad que agrupa a la mayoría de las cámaras empresarias de la provincia. En principio, se prevé que competirán el actual titular de la institución, Raúl Robín, quien se apresta a iniciar su cuarto mandato consecutivo en esa función, y el empresario financista Damián Valenzuela Mayer, que hace tres temporadas ocupó un lugar en el comité y fue secretario de Comercio, una de las tres ramas de la central empresaria, junto con Industria y Producción. Precisamente, en los votos de esta última rama se asientan las expectativas reeleccionistas de Robín, mientras que Valenzuela Mayer espera hacer valer sus influencias en la rama Comercio. Queda claro, sin embargo, que a la hora de la decisión final cualquier miembro de la mesa chica de la FET tiene chances de aspirar a la presidencia.

Los dos candidatos que ya expresaron sus intenciones de conducir la entidad plantean propuestas de renovación, con iniciativas de capacitación y de gestiones que los empresarios tucumanos demandan históricamente, como tramitaciones específicas para lograr que ceda la presión impositiva en la provincia, o la lucha contra la informalidad, que afecta especialmente al sector comercial, con fuerte representación en la FET, entre otras iniciativas. De todas formas, tal como sucede en el ámbito político en general, las propuestas de los candidatos tienen incidencia en la decisión de los votantes, pero más impacta el poder negociador de cada parte la noche de la asamblea. En más de una oportunidad el candidato que se presumía con mayores chances de acceder a la presidencia se quedó a medio camino justamente porque le faltó el "toque final" a su campaña, la noche de la elección. No se descarta que el Gobierno provincial intente imponer algún nombre, como viene ocurriendo en las últimas asambleas, aunque sin éxito aparente.

La entidad madre de las empresas tucumanas suele ser el espejo en el que se reflejan los distintos sectores de la economía que son representados en las cámaras que la componen. Por lo tanto, el cargo de presidente de la FET no es menor, ya que en su accionar se concentra la mirada de los empresarios, que no sólo esperan quejas y reclamos cuando la situación económica no es propicia, sino adelantos y gestiones en tiempos de bonanza, como los actuales. Hoy la FET está tan fortalecida como lo permite la etapa expansiva actual, y es en estos momentos en que pretenden gestiones de excelencia, a tono con los avances generales que va logrando el empresariado.

En estos días, las negociaciones para captar voluntades serán intensas, y quien tenga mayor poder de fuego llegará a la instancia definitoria con mayores chances. Por ahora, los dos candidatos hacen números y se muestran confiados en que lograrán su objetivo, aunque las deliberaciones de última hora en los pasillos de la central empresaria tendrán la palabra final.

Por Fernando Garcia Soto

Diario La Gaceta

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